Alimento, techo y esperanza para los más pobres.
Children wash their hands at the water kiosk in Orkung’u, Kenya.
Los niños hacen fila en los nuevos grifos de agua para lavarse las manos. Esta agua ha ayudado a las comunidades a poner en práctica buenos hábitos de higiene durante la pandemia del Covid-19.

El programa de Agua para la Vida lleva agua potable a 10 comunidades en Kenia

Muy salada. Muy amarga. Muy turbia.

Desdichadamente, estas son las palabras que muchas familias del sur del país usan para describir sus fuentes de agua. Las comunidades ubicadas cerca del océano Índico cuentan que los riachuelos y los pozos poco profundos tienen un alto contenido de sal. Las poblaciones rurales comentan que el agua deja un sabor amargo en la boca, un efecto de muchos años de filtración de residuos agrícolas. Y durante los meses secos, miles de personas no cuentan con fuentes cercanas de agua potable; estas familias generalmente caminan varios kilómetros para cavar hoyos profundos en el lecho de ríos secos, para sacar, aunque sea, un poco de agua turbia.

De hecho, aproximadamente un tercio de la población de Kenia carece de fuentes seguras de agua (según informes de CIA World Factbook).  Al no contar con una fuente de agua potable cercana, las comunidades deben depender de fuentes lejanas (y generalmente contaminadas) para satisfacer sus necesidades diarias, enfrentándose a muchos peligros como enfermedades gastrointestinales y pasando horas interminables en la constante búsqueda de agua.

¡Sin embargo, a comienzos del 2021, las aflicciones por la falta de agua de 67.177 personas se esfumaron del todo! Diez comunidades de la Arquidiócesis de Mombasa y la Diócesis de Machakos por fin lograron acceso a abundante agua potable—un milagro de misericordia hecho posible por un devoto sacerdote, mucho trabajo en equipo, innumerables oraciones y fieles católicos en los EE.UU.

Fr. Fabian helps a girl in Tawa, Kenya, collect water from the new water kiosk.
El Padre Fabián ayuda a una chica en Tawa, Kenia, a llenar sus cubos en el nuevo pabellón de agua. Con tantas comunidades a las que sirve, para él es un gran motivo de alegría poder construir nuevas fuentes de agua potable para las familias de la región.

Un aliado estratégico: Servicios de agua y saneamiento El Buen Samaritano

Con el propósito de resolver la necesidad urgente de agua potable al  sur de Kenia, Cross Catholic Outreach trabajó conjuntamente con el Padre Fabián Hevi, un sacerdote de la Sociedad de Misioneros Africanos y uno de nuestros aliados ministeriales más antiguos. Habiendo ayudado previamente al Padre Fabián a construir 27 fuentes de agua potable al norte de Kenia y 6 al sur, cuando nos enteramos de la necesidad de otras 10 comunidades, sabíamos que estábamos listos para trabajar con este dedicado sacerdote una vez más.

El Padre Fabián considera el agua como un derecho universal al que todo el mundo debería tener acceso. Todos necesitamos el agua, por lo tanto, todos deberíamos tenerla —¡así de sencillo!  Inspirándose en las Escrituras, el padre se ha comprometido a honrar a Cristo por medio del servicio a los pobres con excelencia. A través de su organización de ayuda humanitaria, Servicios de agua y saneamiento El Buen Samaritano, él busca instalar fuentes de agua operadas con energía solar que provean abundante agua potable durante generaciones.

Para lograr este cometido, su organización, Servicios de agua y saneamiento El Buen Samaritano, usa los siguientes métodos:

  • Lleva a cabo estudios hidrogeológicos para determinar cuáles son las mejores ubicaciones para la perforación.
  • Perfora y coloca tuberías revestidas hasta una profundidad de 200 metros para asegurar la pureza y abundancia del agua.
  • Realiza pruebas de calidad y cantidad del agua que garanticen o excedan las normas del gobierno.
  • Proporciona capacitación sobre agua, saneamiento, higiene y agricultura, empoderando a las comunidades para que se hagan cargo de mantener sus nuevos pozos, prevenir la contaminación y maximizar sus recursos de agua.
Abraham Sotei, de 3 años, levanta sus bracitos en acción de gracias a Dios por el nuevo pozo de agua potable.

Abordando con éxito la crisis del agua en comunidades al sur de Kenia

Entre el 2020 y el 2021, pedimos ayuda a parroquias, escuelas y otros grupos católicos para apoyar la misión del Padre Fabián de proveer agua potable a 10 comunidades al sur de Kenia. Y gracias a sus generosas donaciones, todas estas comunidades —cinco en la Diócesis de Machakos y cinco en la Arquidiócesis de Mombasa— en abril del 2021 ya tenían sus sistemas de agua instalados.

Cada sistema de agua potable se construyó con una bomba de energía solar, un tanque elevado de 10.000 litros y un pabellón para dispensar el agua. Ahora, en vez de pasar horas tratando de encontrar agua, las familias sencillamente acuden al pabellón y pagan una tarifa simbólica equivalente a 19 centavos de dólar por cada 20 litros. El encargado del pabellón les ayuda a llenar los cubos con agua cristalina. Todo el dinero que se recoge se guarda en una cuenta para el mantenimiento futuro del pozo, garantizando así que el sistema de agua funcione bien por muchos años.

Gracias a este proyecto, 18.008 personas de la Arquidiócesis de Mombasa y 49.169 de la Diócesis de Machakos pueden ahora calmar su sed rápidamente sin temor a enfermarse por contaminación en el agua.

Dona para proporcionar agua potable

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Pauline collects water from a canal in Mokine, Kenya.
Pauline tenía que recoger agua de riachuelos contaminados como el que se aprecia en la foto

Pauline da gracias por el agua potable

Pauline, una madre de 4 hijos en Mokine, Kenia, es una de las mujeres que han sido liberadas de las dificultades que causa la escasez de agua. Ella y la mayoría de las otras madres en su comunidad luchaban día a día para calmar la sed de sus hijos. Esta agotadora y repetitiva tarea se sentía como una pesadilla interminable.

Las madres en Mokine se levantaban antes del amanecer, y caminaban casi 3 kilómetros para llegar al canal más cercano, donde tenían que hacer cola varias horas hasta que les llegara su turno, para luego cargar los pesados cubos de agua turbia hasta llegar a sus casas. Pauline no sabía si esa agua que llevaba iba a enfermar a sus hijos; pero desdichadamente, no tenía otra opción para satisfacer sus necesidades.

Sin embargo, gracias al Padre Fabián y a la generosidad de nuestros donantes, ¡esta pesadilla ha llegado a su fin! Su comunidad recibió un sistema de agua potable maravilloso, y Pauline ahora rebosa de agradecimiento.

“Le damos las gracias al Señor, y agradecemos a Cross Catholic Outreach por traernos más cerca el agua. Antes de recibir el agua que nos dio Cross Catholic Outreach, teníamos que caminar largas distancias para conseguirla”, nos contó Pauline. “Le pedimos a Dios que los bendiga mucho ahora que tenemos agua potable y les agradecemos mucho por esta agua limpia, que acabará con la mayoría de nuestros problemas y enfermedades. ¡Que Dios los bendiga mucho!”.

Katita Shuaka sits at her home in Orkung’u, Kenya.
Katita y toda su familia son más felices y saludables ahora que cuentan con una fuente de agua potable cerca de su casa.

Agua limpia y esperanza nueva para la familia de Katita

Katita Shuaka, de 30 años, es otra madre incasable que se pasaba el 70% de su tiempo yendo a recoger agua para su hogar. Ahora, esa tarea solo le consume el 5% de su día.

Katita y su esposo David crían a sus cinco hijos en la aldea de Orkung’u en Kenia. Como integrantes de la tribu seminómada de los Maasai, la familia depende de su ganado para la supervivencia. David tiene que llevar a pastorear a los animales por casi 20 kilómetros todos los días. Pero cuando llega la temporada de verano, él tiene que irse de casa durante varias semanas, en busca desesperada de agua y pasto para que su ganado pueda sobrevivir.

Para poder encontrar agua para sus hogares, las mujeres y los niños de Orkung’u normalmente tenían que caminar entre 10 y 20 kilómetros. ¡Y Katita hacía dos o tres agotadores viajes cada día!  El agua de la que ella dependía estaba evidentemente contaminada con excrementos de animales y otros residuos, pero no tenía otra alternativa para calmar la sed de sus hijos.

¡Hoy, en cambio, Katita da gracias por el milagro del agua potable!  Ella ha logrado recuperar el tiempo perdido, y ahora puede ver una mejoría notable en la salud de sus hijos. Igualmente le tranquiliza mucho el hecho de que David ya no tiene que viajar tan lejos para darle agua a su ganado. La familia ahora pasa más tiempo junta —un regalo invaluable que fue posible gracias a nuestros generosos benefactores.

Archbishop Martin Kivuva Musonde blesses children in Orkung’u, Kenya.
El Arzobispo Martin Kivuva Musonde se une al Padre Fabián en celebración de los nuevos sistemas de agua potable en la Arquidiócesis de Mombasa. Aquí lo vemos usar la nueva agua potable para bendecir a los niños en la comunidad de Orkung’u.

Las bendiciones que fluyen del agua potable

Actualmente, 67.177 personas como Pauline y Katita dan gracias por el agua potable y las abundantes bendiciones que esta ha traído a sus vidas. Además de calmar la sed y restaurar la salud de sus familias, los nuevos sistemas de agua potable les han proporcionado:

Bendiciones educativas: Las comunidades han sido capacitadas, a través de sesiones educativas, en cómo proteger su salud y mantener sus sistemas de agua potable en buen funcionamiento. También les permite a los niños asistir a la escuela sin falta y llegar a tiempo, ahora que ya no tienen que preocuparse de ir a recoger agua lejos de sus hogares.

Bendiciones agrícolas: Con suficiente agua para sus cultivos y ganados, estas pequeñas familias granjeras pueden ahora producir cosechas más abundantes.

Bendiciones espirituales: Ahora que ya no los consume la constante intranquilidad por la búsqueda de agua, las familias tienen más tiempo para asistir a misa y participar en las actividades de la parroquia. Por ejemplo, en la comunidad de Tawa, la asistencia promedio a misa se ha incrementado de 10 a 65 personas.

Sin lugar a dudas, incontables bendiciones fluyen del regalo del agua potable, y nosotros nos sentimos muy agradecidos por cada persona, cada parroquia, cada escuela y cada grupo que se unió para que estos milagros fueran posibles. Por muchas generaciones, cada sorbo de agua limpia, potable que se tome servirá como un refrescante testimonio de la fidelidad de Dios que llega por medio de Su Iglesia.

Queremos pedirles por sus oraciones y apoyo continuos a medida que continuamos trabajando con aliados fieles como el Padre Fabián para abordar la crisis de la escasez de agua en los países en desarrollo. ¡Juntos, podemos seguir compartiendo la compasión de Cristo por medio del regalo transformador de vidas que es el agua potable!

Las donaciones a esta campaña serán utilizadas para cubrir los gastos del fondo de financiamiento general incurridos hasta el 30 de junio de 2024 cuando cierra el año fiscal de nuestro ministerio. Si se diera el caso de que se recauden fondos por encima del nivel necesario, el excedente de fondos será utilizado para financiar los gastos más urgentes del ministerio.