Alimento, techo y esperanza para los más pobres.
A Catholic cardinal pumps water from a hand pump well while children fill their bowls at the spout.
El difunto cardenal Richard Kuuia Baawobr da de beber a los niños de la localidad del nuevo pozo en Kokya, Ghana.

Los Católicos Proporcionan Agua Potable en Tres Países de África

Los Católicos Proporcionan Agua Potable en Tres Países de África

A principios de este año, las parroquias, escuelas, grupos, familias e individuos católicos en los Estados Unidos participaron en un gran esfuerzo para saciar la sed y transformar la vida de las familias necesitadas a través de la campaña Vertientes de Salvación de Cross Catholic Outreach. Su generosidad bendijo con éxito a casi 52,000 vidas en tres países africanos al:

  • Instalar 65 pozos para suministrar agua potable a comunidades en Ghana, Malaui y Zambia.
  • Reparar y mejorar un sistema de agua potable para un hospital, una escuela primaria y una parroquia católica en Zambia.
  • Mejorar el acceso a la educación en Ghana al reparar una escuela primaria dañada por las tormentas y construir un preescolar integrado por tres aulas de clases, dos escuelas secundarias compuestas por tres aulas y viviendas para los maestros.
  • Construir un edificio multiuso para acoger la misa dominical, realizar actividades de formación espiritual, impartir clases de preescolar, dar cursos de alfabetización de adultos y mucho más.

Aquí, aprenda más sobre las vidas que han sido enormemente bendecidas por estos proyectos que transforman vidas.

A little girl stands by a well holding a cup of water.
Ethel bebe un vaso de agua potable del pozo nuevo cercano a su escuela.

La Necesidad Urgente de Ethel por Agua

En la comunidad de Sabuli, Ghana, Ethel Gordon de 6 años de edad solía despertarse inquieta, preocupada por el día que comenzaba. En cuanto abría los ojos cada mañana, se apresuraba a ayudar a su familia a recolectar un poco de agua de un pozo distante antes de asistir a clases. Sabiendo que no encontraría agua en la escuela, Ethel también solía llenar una botella pequeña para tomar y racionarla, tomando solo pequeños sorbos para saciar su sed persistente durante todo el día.

La falta de servicios higiénicos en la escuela era otro motivo de preocupación para Ethel. Ella decía que se sentía “torturada” al tener que ir a los matorrales, en donde tenía poca privacidad y se arriesgaba a encontrar serpientes. Ethel se sentía tan intimidada por la experiencia que solía asistir a clase sintiéndose incomoda o algunas veces faltaba a la escuela por completo.

Esta era la situación desesperante que enfrentaban muchos niños y familias en la Diócesis de Wa, Ghana, en la Diócesis de Karonga, Malaui; y en la Diócesis de Chipata, Zambia. En las comunidades rurales (en donde a menudo se carece de infraestructura) las personas sufrían sin un acceso seguro a agua potable y saneamiento. Muchos pasaban horas cada día en la tarea de recolectar agua, algunas veces recorrían largas distancias para llegar a la fuente más cercana y tomar agua de arroyos, estanques o pozos superficiales contaminados que estaban plagados de bacterias.

Hoy en día; ¡sin embargo, la situación ha cambiado milagrosamente para decenas de miles de personas como Ethel! De hecho, un total de 65 comunidades en Ghana, Malaui y Zambia ahora poseen pozos no contaminados y casi 52,000 vidas han sido bendecidas mediante un acceso mejorado a agua, saneamiento, educación y formación espiritual católica.      

Ahora, con un pozo no contaminado equipado con una bomba de mano y una letrina sanitaria instalados en las cercanías, Ethel dice: “¡Soy una de las niñas más felices de la escuela! ¡Estoy tan agradecida con Dios!”.

A woman with a baby on her back pumps water from a hand pump well while another woman stands by.
Lucky va a buscar agua al pozo nuevo de su comunidad. ¡La bendición de agua potable accesible le ha hecho la vida más fácil a esta mamá ocupada!

Lucky Da las Gracias en Malaui

Lucky Msiska, de 34 años, también agradece a Dios por el agua potable. En la villa malauí de Mtekera II, ella y su esposo trabajan duro para brindar una vida digna a sus hijos, triturando carbón en la mina local para obtener un pequeño ingreso. Ellos también cultivan arroz para que su familia se alimente.

En el pasado, no importaba cuantas cosas hubiese en la lista de tareas pendientes de Lucky, ella tenía que reservar las primeras tres horas de cada día para recolectar agua; un proceso que normalmente iniciaba a las 2 a.m. Ella salía de su casa para unirse a un grupo de personas que caminaban hasta el río Hará, ubicado a más de media milla pasando a través de espesos matorrales. Las mujeres sabían que era demasiado peligroso viajar solas en la oscuridad, así que los hombres jóvenes de la villa las acompañaban para protegerlas de los animales salvajes y de otros posibles depredadores.   

El proceso de llegar hasta el pequeño río, hacer fila y llenar su cubo, a menudo le tomaba casi tres horas a Lucky, y, aun así, ella podía no regresar a su casa con suficiente agua para satisfacer todas las necesidades de su familia.

“Debido a la gran distancia, yo solo podía hacer un viaje, y el agua [que recolectaba] no era suficiente para bañarse, lavar y para las demás tareas domésticas. Mis hijos no siempre podían asistir a clases porque se sentían avergonzados de ir a la escuela sin bañarse”, recordó con tristeza Lucky.

Las cosas se volvieron particularmente difíciles durante la temporada seca en Malaui, cuando el río poco profundo Hará solía secarse por completo. En esos meses, las familias solían cavar profundos “agujeros de pala” junto al lecho del río con la esperanza de alcanzar el agua subterránea, pero esos charcos de lodo eran tan inseguros y muy poco aperitivos como las aguas turbias del río.

“El agua del arroyo abierto y de los huecos de extracción era muy desagradable, particularmente al tomarla”, compartió Lucky.

Hoy en día, sin embargo, Lucky siente que tiene una nueva oportunidad en la vida. Con un pozo en su comunidad, ella recolecta agua de manera rápida y fácil, dejando tiempo suficiente para que su familia participe en otras actividades importantes como la escuela o el trabajo.  

“Tengo tiempo suficiente para realizar las tareas domésticas y actividades de generación de ingresos”, dijo en celebración. “Ahora mis hijos pueden bañarse a menudo y tener un aspecto limpio. Ellos se bañan a tiempo y asisten a la escuela a tiempo porque toma poco tiempo recolectar el agua desde el nuevo pozo y queda tiempo suficiente para prepararse para las clases”.

Lucky, en particular, se alegra mucho de lo limpia que está el agua. Ella se siente profundamente aliviada que finalmente su familia puede saciar su sed con agua potable que no hará que se enfermen.  

“El agua del pozo es limpia y segura. Por tanto, los miembros de mi familia no se quejan de casos de diarrea a diferencia del pasado, antes de que se perforara el pozo”, dijo Lucky. 

Done para proveer agua potable

$0.00$25.00
$0.00$50.00
$0.00$100.00
o
$0.00
Students sit in class while a teacher writes on the blackboard.
Gracias a la nueva escuela en Tambaare, Ghana, los estudiantes cuentan con un lugar seguro para aprender.

Apoyando la Educación y la Formación Espiritual en Ghana

¡Agua más segura y potable no fue la única bendición que las familias recibieron a través del proyecto Vertientes de Salvación! Mediante estos esfuerzos, los donantes de los Estados Unidos también mejoraron el acceso a la educación de calidad y a la formación espiritual católica en la Diócesis de Wa, Ghana.

La Diócesis de Wa se encuentra en la región Alta Occidental de Ghana, la que actualmente se ubica como la segunda región más pobre del país. Muchas comunidades alejadas en la zona carecen de acceso a infraestructura, inclusive a agua potable, carreteras pavimentadas, escuelas seguras y demás instalaciones importantes. Por este motivo, muchas escuelas y parroquias deben reunirse en los únicos edificios disponibles para ellos, sin importar qué tan desvencijadas o deficientes puedan ser estas construcciones.

Consideremos, por ejemplo, la escuela secundaria católica en Tambaare. El antiguo edificio estaba tan abarrotado que la mayoría de los estudiantes tenían que sentarse debajo de un pabellón improvisado. En el interior del salón de clases, las condiciones no eran mucho mejores. Las paredes de tierra se estaban desmoronando, y cuando llovía, el techo goteaba tanto que los estudiantes tenían que irse a su casa por el resto del día. Ni si quiera tenía un servicio higiénico para los estudiantes y maestros, y esta situación incómoda algunas veces disuadía a los jóvenes de asistir a clases del todo.

“Pero ahora que estamos en el nuevo edificio, estudiamos bien”, dijo Boye Martin, un estudiante de 18 años que ha sido bendecido con la construcción de una escuela resistente, y completa con un pozo seguro y baterías sanitarias. “Hay muchas cosas para nosotros, buena agua, un inodoro y buena infraestructura. Por ello, esto nos anima a asistir a la escuela… Le agradeceré a Cross Catholic Outreach porque ellos construyeron la escuela nueva para nosotros”.

En otra parte, en la comunidad de Babile, Ghana, los habitantes locales habían estado sufriendo sin un lugar para impartir las clases de preescolar o celebrar la misa dominical. A falta de un edificio seguro, cualquier actividad importante de adoración, las clases y los cabildos municipales, por lo general, se realizaban afuera, debajo de los árboles. Los estudiantes y los feligreses, a menudo, se distraían debido al mal tiempo, al calor abrasador y a los transeúntes ruidosos, pero hoy en día, ¡ellos cuentan con un edificio multiuso cómodo en donde las personas se pueden reunir para aprender y elevar sus plegarias a Dios!

Daniel Fallow, un maestro en Babile, nos dijo: “Nunca soñamos con recibir unas instalaciones, y estamos impactados de muchas maneras. Gracias a Dios esta organización (Cross Catholic Outreach) ha venido a Babile a ver la necesidad de la comunidad y nos ha ofrecido este lindo proyecto. De hecho, no tenemos nada que ofrecerles, pero solo les decimos que Dios les repondrá al ciento por ciento todo lo que nos han dado”.

One boy pumps water from a hand pump well while another washes his hands at the spout.
Un niño bombea agua para que su amigo pueda lavarse las manos en la Diócesis de Wa, Ghana.

Los católicos de los Estados Unidos transforman vidas a través de sus donaciones

El equipo de Cross Catholic Outreach agradece a todos los que apoyaron los objetivos de su proyecto Vertientes de Salvación. Debido a que muchos católicos estadounidenses generosos participaron, miles de vidas han sido bendecidas de manera duradera.

“Al trabajar juntos, nuestros donantes han logrado un gran impacto, al saciar la sed, reducir casos de enfermedades transmitidas por el agua y construir un futuro mejor para todas las comunidades en los países en desarrollo”, expresó Jim Cavnar, presidente de Cross Catholic Outreach. “Los niños como Ethel ya no recorren largas distancias para encontrar agua, y las mujeres como Lucky ya no pierden muchas horas en la peligrosa tarea de recolectar agua. En general, las personas están más saludables y más seguras. También rebosan de mucha alegría y mayores esperanzas. Ese es el tipo de vida que creemos que Dios quiere para ellos, y estamos muy animados de ver cómo los católicos se congregan para compartir su amor”.

Gracias por elegir compartir la bondad de Dios con muchos de nuestros hermanos y hermanas necesitados. Su acción compasiva representa un testimonio poderoso de lo que se puede lograr cuando la Iglesia se une para transformar vidas para la gloria de Jesucristo.

Las donaciones a esta campaña serán utilizadas para cubrir los gastos del fondo de financiamiento general incurridos hasta el 30 de junio de 2023 cuando cierra el año fiscal de nuestro ministerio. Si se diera el caso de que se recauden fondos por encima del nivel necesario, el excedente de fondos será utilizado para financiar los gastos más urgentes del ministerio.