Imagínate pasar día tras día sin poder dar de comer a tus hijos. O caminar durante horas todos los días en busca de una fuente de agua, solo para encontrar agua contaminada que no es segura para beber. Imagínate vivir en una casa hecha con cartón, lonas y barro. Imagínate rezar constantemente por una vida mejor para tus hijos, sabiendo que ni siquiera tienes cómo pagar la educación básica que les ayudaría a salir del ciclo de pobreza.