El agua potable transforma positivamente las vidas porque disminuye las enfermedades por contaminación, reduce la carga laboral de los niños y ayuda a los agricultores locales a producir cosechas más abundantes que promueven dietas saludables. Mientras que estos beneficios son innegables, una fuente de agua segura y confiable es también importante por otra razón: restaura la dignidad de las familias y las conduce a explorar el Agua Viva que Jesucristo ofrece.
Con su ayuda, Cross Catholic Outreach pudo construir pozos y acueductos comunitarios, sumamente necesitados en todo el mundo. Solamente en el año fiscal 2021, su generosidad bendijo a 12 países con proyectos de agua y saneamiento. En Haití, por ejemplo, los benefactores de Cross Catholic Outreach ayudaron al padre Glenn Meaux a construir 2 pozos nuevos y a reparar 7 pozos existentes en el ministerio de la Misión Kobonal Haití. En Kenia, su apoyo empoderó la iniciativa de Agua para Vida del padre Fabian Hevi para construir 10 pozos, ¡beneficiando a un número sorprendente de 67.177 personas!