Proveer educación académica es parte esencial de nuestro proceso de ayuda a los niños. De hecho, es la manera principal en la que podemos romper el círculo de pobreza que ha plagado a sus familias durante generaciones. Una educación de calidad les brinda la capacidad de aprender a resolver problemas por sí mismos; desarrolla sus aptitudes laborales e inculca en ellos un deseo de formación permanente. Los beneficios económicos que provee son sorprendentes: quienes han recibido educación académica obtienen un promedio global de un aumento de 9% en remuneración por hora por cada año adicional de clases que terminan. Desdichadamente, 258 millones de niños en el mundo no asisten a la escuela.
En los países en vías de desarrollo, los niños pobres generalmente se quedan sin educación porque sus padres no pueden pagar la matrícula ni obtener los uniformes y útiles escolares que necesitan. Es precisamente por eso que Cross Catholic Outreach está comprometido con empoderar a las iniciativas educativas católicas, que permiten que cada niño pueda tener éxito. En el año fiscal 2021, su apoyo financió 90 proyectos educativos en 16 países. Cross Catholic Outreach patrocinó proyectos tales como la construcción de escuelas; becas escolares para estudiantes de primaria, secundaria y universidad; sueldos para maestros; programas de alimentación; hostales para estudiantes y mucho más.
En Perú, su apoyo ayudó al Colegio Sagrado Corazón de Jesús, dirigido por los jesuitas, a alimentar a estudiantes y sus familias mientras que el colegio no podía operar normalmente debido a las restricciones de la pandemia. Además, apoyó a pagar salarios para maestros.