En los países en desarrollo, las familias más pobres, a menudo, dependen de la agricultura de subsistencia a pequeña escala para sobrevivir, por lo que el aprender cómo mejorar el rendimiento de los cultivos puede tener un impacto increíble en los ingresos y en la calidad de vida. Los programas de agricultura empoderan a los hombres y a las mujeres a apoyarse a sí mismos, y, de manera importante, estos constituyen una manera poderosa de experimentar la fe de primera mano y convertirse en administradores de la Creación de Dios.
En 2022, 828 millones de personas en todo el mundo padecían hambre, por lo que las mejoras en la agricultura fueron más importantes que nunca.
Gracias a colaboradores leales como usted, Cross Catholic Outreach pudo apoyar 14 proyectos agrícolas en seis países. Esto comprendió financiar granjas propiedad de mujeres en Maïssade, Haití, y suministrar plántulas, semillas, implementos agrícolas, capacitación y mucho más. Usted también ayudó a que la Batey Relief Alliance en República Dominicana proporcionara préstamos con intereses bajos e insumos agrícolas para hacer crecer sus cultivos, tales como limón, batata y bananos.