Un hogar es más que un refugio; es la base para la vida familiar, un lugar seguro para dormir, para compartir las comidas en familia y para tomarse de las manos en oración. Las condiciones de vivienda seguras e higiénicas también pueden prevenir las enfermedades, mejorar la asistencia escolar, y brindarles a los niños y a las familias un camino estable hacia la prosperidad y un futuro mejor en Cristo.
Desafortunadamente, según las Naciones Unidas, 1.6 billones de personas viven en condiciones inseguras e insalubres.
Cross Catholic Outreach empodera a los ministerios católicos para que construyan y reparen viviendas para estas familias necesitadas. Durante el año fiscal 2022, los católicos compasivos de los Estados Unidos proporcionaron refugios seguros para las familias en 10 países. Esto incluyó construir y reparar 82 hogares para los sobrevivientes del terremoto en Haití, ampliando así los proyectos de construcción de viviendas en Guatemala y construyendo hogares para 97 personas en la ciudad de Sorsogon en (las) Filipinas.