Cuando las familias obtienen acceso a agua limpia, sus vidas mejoran notablemente.
Estas iniciativas son más que proyectos de agua, pues revitalizan a las comunidades oprimidas, restaurando la esperanza, inspirando el cambio, proporcionando conocimientos y recursos, e incluso ayudando a generar más ingresos para las familias.
En Nicaragua, por ejemplo, estamos trabajando estrechamente hace muchos años con nuestro socio ministerial local para perforar pozos e instalar sistemas de agua en seis comunidades. ¡El proyecto traerá agua fresca y limpia a más de 1,442 hogares por primera vez! Con estos nuevos sistemas de agua, estas familias tendrán tiempo y energía para invertir en otras áreas de la vida, como la educación, la gestión de un pequeño negocio, el cuidado de los cultivos y la participación en las actividades de la Iglesia.
Nuestro apoyo a este proyecto de agua y otros en todo el mundo depende de sus oraciones y de su generosidad.