Cross Catholic Outreach agradece a todos los que con generosidad respondieron a la campaña denominada “Plan de Dios para Transformar Vidas” para la construcción de hogares seguros y asistencia para las familias haitianas.
Las condiciones inhumanas de vida y la pobreza extrema que experimentan muchas familias en el área rural de Haití han sido un problema de toda la vida. Esa experiencia se ha destacado en la vida de personas como Dutremas Placide (fotografiado abajo), un padre soltero con siete hijos, cuyo hogar construido con barro y palos se derrumbó parcialmente una noche mientras dormía.
En respuesta a las necesidades de Dutremas y de otros haitianos, recaudamos fondos para ayudar a nuestro aliado ministerial local, la Misión Kobonal en Haití, a suministrar:
La Misión Kobonal en Haití seleccionó a las 20 familias más necesitadas para recibir hogares nuevos y resistentes.
La casa típica de la Misión comprende una estructura de 598 ft2 compuesta por cuatro cuartos y un patio pequeño. Esta incluye paredes de concreto, cimientos de concreto, techo de acero galvanizado y un marco de madera tratada. Estos hogares se construyen de forma que resistan tormentas y sismos fuertes, además vienen con tragaluces y letrinas externas.
La Misión requiere que las familias participen en el proceso de construcción y que ayuden con las reparaciones en el hogar, preservando así su dignidad e incrementando su sentido de pertenencia. Se espera que las familias nivelen el terreno antes de que se coloquen los cimientos, que ayuden al personal de la Misión con la mano de obra no calificada (como acarrear ladrillos u otros materiales), excaven el hoyo para la letrina externa, y se encarguen de pintar el interior de la casa. Este trabajo también reduce los costos, permitiéndoles a las familias vivir en hogares de calidad a un precio muy reducido.
Otros miembros de la comunidad, a menudo, aparecen para ayudar, contentos de que sus vecinos finalmente tendrán un lugar decente al cual llamar hogar. Eso es lo bueno del trabajo de la Misión: ha construido un ambiente en donde las personas quieren lo mejor para el otro y servir con la alegría de Cristo.
Cuando Dutremas se enteró de que él y sus cuatro hijos más pequeños fueron seleccionados para recibir un hogar, él estaba rebosante de alegría y agradecimiento.
“Cuando escuché que iba a tener una casa nueva, estaba muy feliz” expresó Dutremas. “La casa vieja me preocupaba mucho. Las paredes caídas las reemplacé con tablas para proteger a los niños. Estamos muy contentos con la nueva casa, que está en proceso de construcción, con la ayuda de la Misión”.
Debido a este proyecto, Dutremas puede centrarse en educar a sus hijos y darles una vida mejor.
“Me alegra que exista la Misión porque le ayuda a los necesitados”, dijo Dutremas. “Quiero expresar mi enorme agradecimiento a nuestros donantes por sus esfuerzos para ayudarnos a mejorar nuestras vidas”.
Wesner Joseph y su esposa, Vergilla, criaron a 11 hijos en una casa de barro pequeña. Las condiciones eran terribles, así que los padres trabajadores siempre temían por la salud y el bienestar de sus hijos.
“Era muy difícil; teníamos que reparar la casa cada vez que llovía. A veces nos íbamos a la casa del vecino y algunas veces permanecíamos despiertos porque no podíamos dormir”, dijo Wesner. “Siempre teníamos lodo en la casa. Los niños solían enfermarse. Gastamos mucho dinero en el hospital”.
Wesner también se enfermaba, por lo que era una lucha constante que pudiera apoyar a su familia. La casa también estaba inundada de plagas, haciendo que las condiciones antihigiénicas fueran mucho peor.
La vida es muy diferente para la familia de Wesner ahora, y ellos oran a Dios por la transformación que se ha producido. Su casa nueva es una respuesta literal a sus plegarias, una bendición de bienvenida que Wesner nunca esperó.
“La casa nueva cambió mi vida porque me siento bien ahora”, dijo Wesner.
La familia de Wesner también ha sido beneficiada por otros programas de la Misión. Ellos han recibido una cantidad significativa de materiales y apoyo espiritual, inclusive un préstamo para microempresa que le permitió a la familia comprar animales. Esto ha generado ingresos y ha abierto la puerta a un futuro más prometedor para todos ellos.
“Ahora siento como vivo; la Misión es un regalo de Dios”, expresó. “Le pido a Dios que ayude a la Misión y proteja a sus miembros”.
Gracias a los colaboradores fieles de Cross Catholic Outreach, la Misión Kobonal en Haití está empoderada para transformar vidas y corazones de diversas formas. La Misión realmente es un faro de esperanza, fe y vida comunitaria para esta comunidad rural de la Diócesis de Hinche.
La Misión construye y repara pozos operados con bombas manuales sencillas pero duraderas en comunidades locales. Estos pozos reducen el tiempo que las familias invierten en ir a buscar agua. Estos se protegen en recintos cerrados con llave para evitar que los dañen.
La Misión distribuye mensualmente raciones de harina de maíz, frijoles, aceite para cocinar y jabón a 250 de las familias más vulnerables. Esta también da de comer comidas nutritivas diariamente a los estudiantes de su escuela primaria católica.
La escuela de Kobonal atiende a más de 1,600 niños de jardín de infancia hasta sexto grado. También otorga becas a graduados para que asistan a la escuela secundaria e incluso para que obtengan un título universitario.
Aspirantes a empresarios se empoderan con pequeños préstamos para crear sus propias empresas pequeñas como negocios domiciliares y panaderías.
Haití es uno de los muchos países en vías de desarrollo asediados por la pobreza. En todo el mundo, Cross Catholic Outreach se está aliando con diócesis, misiones y organizaciones locales para exaltar a los niños y las familias más vulnerables de Dios.
En nuestro Catalogo de Proyectos se pueden ver nuestros proyectos caritativos actuales, en donde usted puede aprender sobre los demás aliados y cómo puede desempeñar un papel para rescatar a las familias de la pobreza y desesperación. ¡Le invitamos a que se una hoy y que bendiga a nuestros hermanos y hermanas en Cristo!
Las donaciones a esta campaña serán utilizadas para cubrir los gastos del fondo de financiamiento general incurridos hasta el 30 de junio de 2023 cuando cierra el año fiscal de nuestro ministerio. Si se diera el caso de que se recauden fondos por encima del nivel necesario, el excedente de fondos será utilizado para financiar los gastos más urgentes del ministerio.
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