Gracias a la respuesta generosa de los católicos para abordar las necesidades de los pobres, la luz de Cristo brilla con fuerza en la región central de Haití.
Ese apoyo permitió al padre Glenn Meaux y a su misión Kobonal en Haití construir seis sistemas de agua potable nuevos y reparar ocho pozos existentes para familias que alguna vez dependieron de fuentes de agua contaminada para sobrevivir. Las inversiones realizadas por los católicos de los Estados Unidos en este esfuerzo también fueron administradas sabiamente. Aunque el presupuesto original para el proyecto solo se había establecido para reparar cinco pozos, las familias de las comunidades en Haití redoblaron sus esfuerzos para financiar tres reparaciones más mediante cuotas de afiliación mensuales. Los esfuerzos conjuntos nos permitieron ayudar a muchas más familias de las que habíamos previsto inicialmente, ¡y eso es algo para celebrar!
Los siguientes relatos representan un testimonio de lo que los católicos pueden lograr cuando se reúnen para un propósito común; glorificar a Dios y servir a su pueblo.
En la primavera pasada, le presentamos a Jacqueline Louis, una madre con 10 hijos, quien luchaba para encontrar agua suficiente para su familia cada día. Ella dependía de la recolecta de agua subterránea proveniente de un pequeño agujero cercano a un barranco, y ese proceso le tomaba cuatro horas. Peor aún, el agua no era potable y a menudo hacía que su familia se enfermara.
¡Gracias a la compasión de los colaboradores de Cross Catholic Outreach, Jacqueline ahora cuenta con fácil acceso a agua potable por primera vez en su vida! Toda la comunidad de Colladere, Haití, en donde habita Jacqueline, ha sido bendecida con un hermoso pozo equipado con una bomba manual construido por la misión, y financiado con su apoyo. Ella y sus vecinos están agradecidos por este obsequio del agua porque esto elimina muchos de los desafíos que alguna vez enfrentaron.
“El agua me ayuda para lavar la ropa, los platos y cocinar para alimentar a los niños”, expresó Jacqueline. “Este pozo es de mucha utilidad para nosotros”.
Ore a Dios, la luz de Cristo está brillando intensamente en la comunidad de Jacqueline.
Pilanie Jean Baptiste, de 37 años de edad, es otra beneficiaria de su apoyo. Por años, ella recorría largas distancias para recolectar agua de un río o de un pozo rudimentario excavado a mano. Esta agua no era potable, así que Pilanie la purificaba con pastillas de cloro. Pese a todos sus esfuerzos, el agua aún provocaba diversas enfermedades en sus hijos, inclusive diarrea crónica.
Todo eso cambió cuando amigos como usted se unieron a la misión Kobonal en Haití para bendecir a la comunidad de Pilanie con un pozo equipado con bomba manual y un sistema de agua mejorado. Ahora, Pilanie y sus vecinos poseen una fuente de agua que está cerca de sus hogares y es segura para tomar.
“Este pozo ha cambiado nuestras vidas, porque antes solíamos caminar por dos horas para buscar agua”, recordó Pilanie. “Algunas veces llovía, había mucho lodo, y nos resbalábamos, pero gracias a este nuevo pozo, ya no tenemos este problema. Los niños no tienen que caminar tan lejos, y esto le ayuda bastante a la población”.
Pilanie también forma parte del comité de pozos de su comunidad, garantizando que el sistema de agua sea cuidado y se le de mantenimiento de manera responsable. La misión también proporciona sesiones de capacitación en materia de agua, saneamiento e higiene (ASH) para mejorar los indicadores generales de salud.
“El comité se asegura de que el pozo abra y cierre en determinado momento, que permanezca limpio y que nada sucio entre en contacto con el”, dijo Pilanie, agregando que el comité solicita a los participantes que se quiten los zapatos antes de entrar a recolectar agua.
“Damos un aporte [financiero] de manera mensual con el objetivo de darle mantenimiento al pozo en caso de que tenga problemas en el futuro”, expresó Pilanie, haciendo referencia al sistema de Kobonal de ayudar a que la comunidad se haga cargo del pozo y ayudar a alargar la vida útil de cada sistema de agua potable. Este aporte mensual es mínimo, pero supone una gran diferencia para el éxito del proyecto.
¡Pilanie está agradecida por el invaluable regalo del agua!
Amos Laurent es un líder en Rhode 2, una comunidad que recientemente requería que se hicieran reparaciones en su pozo. Aunque el pozo había fallado después de seis años de uso frecuente, Amos estaba seguro de que se podía reparar. El dirigió el comité de agua en Rhode 2 y cobraba una pequeña cuota mensual en concepto de mantenimiento a otros miembros de la comunidad.
“Antes de este pozo, teníamos que caminar por más de una hora para obtener agua”, dijo Amos, explicando el por qué se había instalado el pozo original. Las otras fuentes que habían usado estaban sucias y habían enfermado a las familias de la comunidad.
Finalmente, el pozo necesitaba una reparación mayor. El agua había dejado de fluir y se necesitaba un cilindro y una base nueva para repararlo. Su falla significaba que Amos y sus vecinos se vieran obligados de nuevo a recorrer un largo camino para recolectar agua contaminada.
Pero la generosidad de nuestros colaboradores le permitió a la comunidad de Amos efectuar las reparaciones fundamentales que necesitaba el pozo local, ¡y de nuevo está fluyendo agua segura y potable! La misión Kobonal en Haití está comprometida a ayudar a las comunidades a ocuparse del mantenimiento y realizar las reparaciones necesarias en los pozos existentes, y su apoyo hace que este ministerio sea sostenible.
“Todos están tranquilos ahora”, dijo Amos. “Los niños ya no se enferman, ya no hay más malaria o fiebre tifoidea ahora que el agua está cerca y protegida. Todo está bien”.
Jesús nos llamó para que vivamos nuestra fe de este modo cuando dijo: “Ustedes son la luz del mundo: ¿cómo se puede esconder una ciudad asentada sobre un monte? Nadie enciende una lámpara para taparla con un cajón; la ponen más bien sobre un candelero, y alumbra a todos los que están en la casa. Hagan, pues, que brille su luz ante los hombres; que vean estas buenas obras, y por ello den gloria al Padre de ustedes que está en los Cielos” (Mateo 5:14-16).
Los amigos de Cross Catholic Outreach ponen estas palabras en práctica al apoyar la misión del padre Meaux. El agua potable ha llevado una mejor salud y un sentimiento reanimador a las familias que han estado orando por una respuesta a su dilema del agua. Ellos finalmente disponen de agua en abundancia en sus propias comunidades.
¡Gracias por ayudar al padre Meaux a proporcionar agua potable y el amor que transforma vidas de Cristo!
Las donaciones a esta campaña serán utilizadas para cubrir los gastos del fondo de financiamiento general incurridos hasta el 30 de junio de 2024 cuando cierra el año fiscal de nuestro ministerio. Si se diera el caso de que se recauden fondos por encima del nivel necesario, el excedente de fondos será utilizado para financiar los gastos más urgentes del ministerio.
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